Me encuentro cada día con muchos profesionales que miran pero que no ven, que oyen pero que no escuchan. Inmersos en la era de la inmediatez y del cortoplacismo, buscan rodearse de personas que son “de su cuerda” y cierran puertas a argumentos discrepantes. No tienen tiempo para ello.

Para empezar a ver y a escuchar, hace falta primero parar el trepidante ritmo. Tomarnos nuestro tiempo, para desde la calma, escuchar lo que dicen y lo que no dicen y ver lo que no está a la vista. Esta condición es necesaria pero no es suficiente.

Hace unos meses estuve reunido con un accionista y su CEO. Se trataba de una reunión de punto de partida para conocer cual era su necesidad. En un determinado momento el CEO comentó lo siguiente: “nosotros ya no somos una start-up; ahora somos una empresa”. Aparentemente, no había por qué dudar de tal afirmación. Sin embargo, de la reunión mantenida se desprendía que el accionista hacía de CEO, y el CEO hacía a ratos de CEO, a ratos de CTO[1] y a ratos de programador. Hablaban de producto, producto y más producto. Eran claramente una start-up, entonces ¿cuál era el filtro mental que les impedía ver su realidad actual? Estaba claro que era importante para ellos presentarse al mundo como “empresa” porque en su imaginario entendían que una start-up era algo poco consistente pero ¿qué más había detrás de esa afirmación?

Todos interpretamos la realidad de acuerdo a nuestro propio “filtro”. Tener la habilidad para “aislar” el filtro y ver y escuchar como si de un niño pequeño se tratara no es tarea fácil y generalmente, por lo involucrados que estamos en ciertos temas, nos resulta imposible.

Por eso es importante crear una cultura de empresa donde la discrepancia y otros puntos de vista sean bienvenidos, ya sean internos (tu propio equipo) o externos (consultores). Requiere de mayor exigencia por parte de todos pero los resultados son a todas luces, mejores.

Todo buen resultado empezó por un buen análisis. Si nuestro análisis es fallido porque no vemos y no oímos estaremos construyendo soluciones sobre cimientos de papel.

 

[1] CTO: Chief technology officer, director de tecnología en inglés.