Uno de los temas recurrentes en prensa como tendencia de negocio es la impresión en 3D. La semana pasada tuve la suerte de ser invitada por Alfons Cornella al encuentro sobre Cómo las tecnologías en 3D están cambiando los modelos de negocio. Como siempre, resultó interesante y fuente de inspiración.
La impresión en 3D es actualmente una tecnología a la espera de preguntas. ¿Por qué? Porque sus posibles usos están todavía por ver y por venir.
Actualmente asociamos esta tecnología a pruebas de concepto y realización de prototipos pero a día de hoy se están desarrollando proyectos de índole muy diversa que van desde la impresión de piel, impresión de alimentos, impresión de casas, impresión de células solares o impresión de férulas para la recuperación de fracturas de huesos.
No obstante, el foco de esta tecnología se amplia y evoluciona hacia experiencias de cliente mediante impresiones en 3d: experiencias de creatividad e imaginación, decorar en 3D sin saber 3D, mercado de asientos en 3D…
¿Qué dificultad plantea esta tecnología para su uso generalizado? Su complejidad. Requiere de conocimientos de tecnología, de diseño gráfico, de materiales…Conscientes de esta barrera de entrada, son varias las empresas trabajando para facilitar su uso. Si queremos que la impresión en 3D sea algo más que un fenómeno “Maker”, utilizar una impresora en 3D tiene que ser tan sencillo como utilizar cualquier electrodoméstico.
Y hasta la fecha habíamos visto impresoras que imprimían en un rango limitado de colores y texturas hasta que llegó HP y nos dejó a todos con la boca abierta con su tecnología Multi Jet Fusión, por su velocidad, por su precisión, por su versatilidad en colores, texturas y propiedades.
Lo dicho. Una tecnología a la espera de preguntas.
¿Hablamos?